Granada es tierra de poetas, ya lo decía Juan Ramón Jiménez »Luego iremos todos los otoños a Granada a morirnos un poco…» Pero si hay algo que define a Granada, después de la Alhambra, es el barrio del Albaicín, un barrio sinuoso que esconde muchos secretos.
No por nada a Granada la llamaban la ciudad de las dos colinas siendo la primera la de la Sabika y la segunda sobre la cual se asienta este barrio mágico, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Historia del barrio
El Albaicín esta considerado como el origen de la ciudad de Granada, ya desde época romana nos encontramos con la antigua ciudad de Ilíberis, un centro económico importante de la vía Augusta, este asentamiento perdió su importancia durante los inicios de la Edad Media, pero la recuperó cuando llegaron los musulmanes, momento en el que su población fue aumentando durante los casi ocho siglos que estuvieron en la península Ibérica, alcanzando su culmen en los siglos XIV y XV, cuando Granada era capital del Reino Nazarí.
Su nombre se cree que puede venir del vocablo árabe al-bayyāzīn, el barrio de los halconeros, pero lo más probable es que su nombre sea toponímico, referente a los baezanos que poblaron la zona tras la batalla de las Navas de Tolosa.
Qué ver en el Albaicín
Este barrio esta plagado de pequeños rincones secretos que nos cuentan la historia del mismo, podemos sentir la historia del mismo a cada paso que damos por sus callejuelas, como si de un museo a cielo abierto se tratase. En sus calles nos encontramos con aljibes (antiguos depósitos de agua musulmanes) sus famosos carmenes, las casas típicas del barrio con sus magníficos jardines y fuentes, pero si este barrio es famoso por algo son sus miradores, siendo el de San Nicolás el más famoso de estos aunque no el único, ya que numerosos paisajes secretos se esconden en sus calles, como el mirador de Carvajales, la Placeta del Comino o el más alto: el Mirador de San Miguel desde el que se aprecia una panorámica de la ciudad casi a vista de pájaro.
Dónde comer En sus calles nos encontramos con muchos lugares en los que disfrutar de la magnífica gastronomía granadina y sus tapas. Sin duda dos de los lugares más emblemáticos de este barrio son el bar Aixa con una selección de tapas de escándalo y la famosa Casa Pasteles donde podréis disfrutar de un café, pasteles y los famosos piononos, el dulce
típico de la ciudad. Ambos locales los encontramos en el corazón del Albaicín, Plaza Larga, antigua plaza del mercado, situada en el centro del barrio, a pocos minutos del mirador de San Nicolás. También son muy recomendables el restaurante Torcuato, uno de los más recomendados del barrio y el restaurante Aljibe de Trillo con magníficas vistas a la Alhambra. Y para los más atrevidos os recomiendo que probéis Los caracoles en Plaza Aliatar.

Si quieres descubrir este barrio Patrimonio de la Humanidad únete a mi experiencia al atardecer paseando por los barrios del Albaicín y el Sacromonte.